

El agrandamiento de la próstata, también conocido como hiperplasia benigna de próstata (HBP), es una afección que suele afectar a los hombres a medida que envejecen. Aunque el agrandamiento de la próstata no tiene cura, puede tratarse eficazmente con diversos tratamientos destinados a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estas opciones de tratamiento están diseñadas para reducir el tamaño de la próstata, restablecer el flujo normal de orina y aliviar las molestias.
Los síntomas de la HBP pueden variar de una persona a otra, pero por lo general se refieren a problemas relacionados con la micción. Pueden incluir micción frecuente, especialmente por la noche, dificultad para empezar a orinar, un chorro de orina débil y una sensación de vaciado incompleto de la vejiga. El grado de molestia de estos síntomas puede determinar la agresividad del tratamiento.
El tratamiento de la HBP puede comenzar con unos sencillos ajustes del estilo de vida. Adoptar una dieta sana y un régimen de ejercicio regular suele ayudar a mitigar los síntomas. Además, se recomienda moderar el consumo de bebidas gaseosas, alcohol, cafeína y edulcorantes artificiales, ya que pueden exacerbar los síntomas.
Existen varios medicamentos para tratar la HBP.
Estos medicamentos pueden reducir eficazmente el tamaño de la próstata y aliviar significativamente los síntomas en muchos pacientes; en algunos casos, el uso de medicamentos por sí solo puede provocar una notable reducción de los síntomas.
En los casos más graves de HBP, pueden utilizarse catéteres como opción de tratamiento. Los catéteres pueden proporcionar alivio al ayudar a mejorar el flujo de orina.
Cuando los cambios en el estilo de vida y la medicación no son suficientes para tratar los síntomas de la HBP, puede considerarse la posibilidad de realizar intervenciones quirúrgicas. Éstas pueden incluir la resección transuretral de la próstata (RTUP), la electrovaporización transuretral y el uso de procedimientos con láser GreenLight™. La elección del procedimiento quirúrgico viene determinada por el tamaño y la forma de la próstata, el estado médico general del paciente y las preferencias personales.
La RTUP consiste en extirpar parte de la próstata para aliviar los síntomas de la HBP. Tras la intervención, el sistema inmunitario del organismo reabsorbe el tejido prostático muerto y lo sustituye por tejido cicatricial, lo que provoca la reducción del tamaño de la próstata. En seis meses, la próstata puede reducirse entre un 20% y un 40%, lo que se traduce en una micción mejor y menos frecuente.
Similares a la RTUP, estos procedimientos tienen por objeto reducir el tamaño de la próstata. Utilizan métodos diferentes, ya sea la electrovaporización o el láser, para eliminar el tejido prostático y aliviar los síntomas.
En algunos casos, puede realizarse un procedimiento denominado cistoplastia para aumentar el tamaño de la vejiga. Esto ayuda a acomodar mejor la próstata agrandada y puede aliviar los síntomas.
El agrandamiento de la próstata puede afectar al funcionamiento de la vejiga. Puede provocar micciones frecuentes y una sensación de vaciado incompleto de la vejiga. Los tratamientos tienen como objetivo restablecer la función normal de la vejiga, además de reducir el tamaño de la próstata.
Aunque no exista una cura permanente para la HBP, el objetivo es reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. La vía de tratamiento elegida depende en gran medida de la gravedad de los síntomas y del estado médico general y las preferencias del paciente. Con el manejo y el tratamiento correctos, muchos hombres con HBP pueden mantener una calidad de vida positiva.