

A menudo se plantea la cuestión de si existe un equivalente femenino de la Viagra, un medicamento diseñado para ayudar a los hombres con disfunción eréctil. Aunque el término "Viagra femenina" se utiliza con frecuencia, es importante entender que los medicamentos desarrollados para las mujeres no son los mismos que para los hombres, pero abordan problemas de salud sexual similares.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) desempeña un papel importante en la aprobación y regulación de tratamientos para diversas afecciones médicas, incluidas las relacionadas con la salud sexual. En el caso del trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH) en las mujeres, la FDA ha aprobado dos medicamentos de venta con receta destinados específicamente a tratar este problema.
La flibanserina (Addyi) es una píldora diaria desarrollada inicialmente como antidepresivo, pero aprobada posteriormente por la FDA para tratar el bajo deseo sexual en mujeres premenopáusicas. Este medicamento debe tomarse todas las noches para ayudar a mejorar el deseo sexual y la satisfacción general.
La bremelanotida (Vyleesi) es otro medicamento aprobado por la FDA para el tratamiento del TDSH en mujeres. A diferencia de la flibanserina, la bremelanotida se administra en forma de inyección en el vientre o el muslo 45 minutos antes de iniciar la actividad sexual. Se aconseja a las mujeres que reciban una sola inyección en un periodo de 24 horas, y los médicos recomiendan un máximo de ocho inyecciones al mes.
Aunque tanto el Viagra masculino como el Viagra femenino tratan problemas de salud sexual, es fundamental comprender que funcionan de forma diferente. La Viagra masculina y otros medicamentos similares tratan la disfunción eréctil abordando un "problema de fontanería", lo que permite a los hombres lograr y mantener una erección lo suficientemente firme como para mantener relaciones sexuales. En cambio, la flibanserina y la bremelanotida se dirigen al bajo deseo sexual femenino, actuando a nivel neurológico para tratar el problema.
La disfunción eréctil en los hombres y el bajo deseo sexual en las mujeres son dos problemas de salud sexual distintos. Mientras que la disfunción eréctil consiste en la incapacidad de conseguir o mantener una erección, el bajo deseo sexual en la mujer se caracteriza por una disminución del interés por la actividad sexual. Los medicamentos aprobados por la FDA para estas afecciones actúan de forma diferente para tratar los problemas respectivos, lo que subraya la importancia de comprender las diferencias entre ambos.
Existen suplementos de venta libre que afirman tratar el TDSH en las mujeres.
Sin embargo, su eficacia suele ser limitada y, en la mayoría de los casos, no está demostrada.
Es esencial tener precaución al considerar estas opciones y consultar a un profesional sanitario antes de tomar cualquier suplemento para problemas de salud sexual.
Aunque el Viagra se ha probado como tratamiento de la disfunción sexual en mujeres, la FDA no ha aprobado este uso específico del fármaco. No obstante, algunos médicos pueden recetar Viagra para mujeres con bajo deseo sexual. Es importante comentar los posibles riesgos y beneficios con un profesional sanitario antes de considerar esta opción.